La artrosis cervical, también conocida como osteoartritis cervical, es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones y los discos entre las vértebras del cuello. Es una forma común de artrosis que se produce debido al desgaste gradual del cartílago que recubre las articulaciones.

El cartílago es un tejido flexible que actúa como amortiguador entre las vértebras y permite el movimiento suave de la columna cervical. Con el tiempo, este se desgasta y se vuelve más delgado, lo que puede llevar a la fricción entre las vértebras y a la formación de osteofitos, también conocidos como espolones óseos. Estos espolones pueden comprimir los nervios cercanos y causar síntomas muy dolorosos.

Síntomas de las artrosis cervical grave y leve

Los síntomas de la artrosis cervical pueden variar en intensidad y gravedad, tanto en casos leves como en casos más graves. A continuación, te proporcionamos una descripción general de los síntomas que se pueden experimentar en ambos casos:

Síntomas de la artrosis cervical leve

  1. Dolor de cuello: puede ser intermitente y variar en intensidad. Por lo general, se localiza en la parte posterior del cuello y puede extenderse hacia los hombros.
  2. Rigidez: puede haber una sensación de rigidez en el cuello después de períodos de inactividad o al despertar por la mañana.
  3. Pérdida de movilidad: dificultad para mover libremente el cuello, especialmente al girar la cabeza de un lado a otro o al inclinarla hacia adelante o hacia atrás.
  4. Sensación de chasquidos o crujidos: es posible que se sienta o escuche un sonido de chasquido o crujido al mover el cuello.
  5. Dolor referido: el dolor en el cuello puede irradiarse hacia los hombros, los brazos o la parte superior de la espalda.
  6. Fatiga muscular: los músculos del cuello pueden sentirse cansados ​​después de actividades que requieren esfuerzo físico.

Síntomas de la artrosis cervical grave

  1. Dolor intenso y persistente: el dolor en el cuello puede volverse más intenso y constante, afectando significativamente la calidad de vida.
  2. Limitación severa de la movilidad: la capacidad para mover el cuello puede estar gravemente restringida, lo que dificulta realizar actividades cotidianas.
  3. Dolor referido a los brazos y manos: el dolor puede extenderse hacia los brazos, los codos, las manos y los dedos. Además, puede haber entumecimiento u hormigueo en estas áreas.
  4. Debilidad muscular: los músculos del cuello, los brazos o las manos pueden debilitarse, lo que puede afectar la coordinación y el agarre.
  5. Alteraciones sensoriales: sensaciones anormales, como hormigueo, entumecimiento o sensación de ardor en los brazos y manos.
  6. Problemas de equilibrio: en algunos casos, la artrosis cervical grave puede afectar el equilibrio y la marcha.

Tratamiento de artrosis cervical ¿cómo curarla?

Es una enfermedad crónica que no tiene cura definitiva, pero existen diferentes enfoques de tratamiento que pueden ayudar a aliviar los síntomas, mejorar la función y la calidad de vida. Algunas opciones de tratamiento comunes para la artrosis cervical:

Tratamiento conservador

  • Analgésicos: Los medicamentos de venta libre como el paracetamol pueden ayudar a aliviar el dolor leve a moderado. En casos de dolor más intenso, se pueden utilizar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) bajo prescripción médica.
  • Terapia física: Un fisioterapeuta puede recomendar ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para mejorar la fuerza y la flexibilidad del cuello, así como técnicas de relajación y terapia manual. Como por ejemplo, la magnetoterapia. 
  • Terapia ocupacional: Un terapeuta ocupacional puede enseñarte técnicas para adaptar las actividades diarias y reducir la carga en el cuello.
  • Terapias complementarias: Algunas personas encuentran alivio con terapias como la acupuntura, la terapia con calor o frío, o la manipulación quiropráctica. Sin embargo, es importante discutir estas opciones con un profesional de la salud antes de probarlas.

Medicamentos

  • Corticosteroides: En algunos casos, los corticosteroides pueden administrarse de forma oral o mediante inyecciones para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
  • Analgésicos tópicos: Los geles, cremas o parches tópicos que contienen analgésicos pueden aplicarse directamente en la zona afectada para aliviar el dolor local.

Dispositivos de soporte

  • Collar cervical: En casos de dolor intenso o después de una lesión, se puede recomendar el uso de un collar cervical para proporcionar soporte y limitar el movimiento del cuello.
  • Cojines cervicales: Al utilizar cojines específicos para el cuello durante el descanso o el sueño, puedes mantener una posición adecuada y reducir la tensión en las articulaciones cervicales.

Cirugía

  • La cirugía se considera en casos graves y cuando el tratamiento conservador no ha sido efectivo. Las opciones quirúrgicas pueden incluir la fusión espinal, en la cual se fusionan dos o más vértebras, o la cirugía de reemplazo de disco, en la cual se reemplaza el disco dañado por una prótesis.

Es importante tener en cuenta que los tratamientos deben ser individualizados y adaptados a las necesidades de cada persona. Es recomendable consultar a un médico especialista, como un reumatólogo o un ortopedista, para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tu situación particular.

Ejercicios para la artrosis cervical

Veamos algunos ejercicios que pueden ser útiles para fortalecer los músculos del cuello, mejorar la flexibilidad y aliviar los síntomas de la artrosis cervical. No hay que olvidar que lo ideal es consultar a un fisioterapeuta o médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, para asegurarte de que sean adecuados para tu condición y evitar lesiones. Aquí tienes algunos que podrías considerar:

1. Estiramientos suaves del cuello

  • Inclina la cabeza hacia un lado, llevando la oreja hacia el hombro, mantén la posición durante 15-30 segundos y luego repite hacia el otro lado.
  • Inclina la cabeza hacia adelante, tratando de llevar la barbilla hacia el pecho, mantén la posición durante 15-30 segundos y luego relaja.
  • Gira la cabeza lentamente hacia un lado, mirando sobre el hombro, mantén la posición durante 15-30 segundos y luego repite hacia el otro lado.
  • Realiza movimientos circulares lentos con la cabeza, en sentido horario y antihorario.

2. Ejercicios de fortalecimiento

  • Coloca la palma de una mano en la frente y empuja suavemente hacia adelante mientras resistes con el cuello, mantén la posición durante 5-10 segundos y repite varias veces.
  • Sitúa una mano en la parte posterior de la cabeza y empuja hacia atrás mientras resistes con el cuello, mantén la posición durante 5-10 segundos y repite varias veces.
  • Pon ambas manos en la parte posterior de la cabeza y empuja hacia atrás mientras resistes con el cuello, mantén la posición durante 5-10 segundos y repite varias veces.

3. Ejercicios de movilidad

  • Realiza movimientos suaves de flexión y extensión del cuello, moviendo la cabeza hacia adelante y hacia atrás.
  • Haz movimientos suaves de inclinación lateral del cuello, llevando la oreja hacia el hombro y alternando hacia ambos lados.
  • Efectúa movimientos suaves de rotación del cuello, girando la cabeza hacia un lado y luego hacia el otro.

Recuerda hacer estos ejercicios de forma suave y gradual, evitando movimientos bruscos o dolorosos. Si sientes algún tipo de dolor o malestar durante los ejercicios, debes detenerte y consultar a un profesional de la salud. Además, es importante combinar los ejercicios con otras medidas de tratamiento y seguir las recomendaciones médicas para obtener los mejores resultados en el manejo de la artrosis cervical.

Ejercicios para la artrosis cervical ¡PROHIBIDOS!

Ejercicios que generalmente se deben evitar en la artrosis cervical:

  • Movimientos bruscos del cuello.
  • Ejercicios de impacto, como correr o saltar.
  • Levantamiento de fuerza pesada.
  • Ejercicios con movimientos extremos de flexión o extensión.
  • Actividades deportivas con golpes o impactos en el cuello.

Aún así, siempre es recomendable que consultes con tu especialista para orientarte y recibir un tratamiento personalizado con ejercicios que puedas realizar sin ningún problema.

Artrosis cervical y fisioterapia

La fisioterapia juega un papel fundamental en el tratamiento de la artrosis cervical. Los fisioterapeutas utilizan diversas técnicas para aliviar los síntomas y mejorar la función del cuello afectado. Algunos de los enfoques comunes en la fisioterapia para la artrosis cervical incluyen ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, terapia manual, modalidades físicas y educación y asesoramiento.  

El principal objetivo de la fisioterapia es mejorar la calidad de vida de los clientes que padecen esta dolencia. Sin embargo, cada caso es un mundo y por ello es importante trabajar en estrecha colaboración con el profesional para recibir un tratamiento personalizado que se adapte a tus necesidades y objetivos individuales.

La incapacidad por artrosis cervical, una realidad

En casos más avanzados o en situaciones en las que el tratamiento conservador no es efectivo, la artrosis cervical puede llevar a una mayor discapacidad.

La discapacidad causada por la artrosis cervical puede variar, dependiendo de factores como la gravedad de la enfermedad, la respuesta al tratamiento y la presencia de otras condiciones médicas. Algunas de las limitaciones y dificultades que las personas con artrosis cervical pueden experimentar incluyen el dolor y rigidez persistentes en el cuello. 

También, el deterioro de las articulaciones y los discos cervicales puede limitar la capacidad para girar, inclinar o levantar la cabeza, lo que dificulta actividades simples como conducir, trabajar o realizar tareas domésticas. Por otro lado, la compresión de los nervios cercanos a las vértebras cervicales causa dolor referido en los hombros, los brazos e incluso entumecimiento, debilidad o hormigueo en las manos. Estos síntomas afectan a la capacidad para realizar tareas que requieren fuerza o precisión.

Por tanto, la presencia constante de dolor y la limitación de movimientos provocan debilidad y fatiga muscular en el cuello y los hombros, lo que llega a afectar a la capacidad para mantener una postura adecuada o realizar actividades físicas.
No olvides que, una atención médica adecuada, el tratamiento oportuno y el manejo de los síntomas pueden ayudar a minimizar la discapacidad y mejorar la calidad de vida en las personas con artrosis cervical.