Botiquines
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Todos los botiquines deben contener, sin excepción, suministros básicos. Entre los suministros básicos más comunes están: la cinta adhesiva, vendas, tiras de vendas y vendas "mariposa" de tamaños variados, pegamento de uso medicinal, torniquete de goma, gasas de rodillo en tamaños variados. Así como un protector o almohadilla para los ojos y una venda triangular grande.
Las ventajas de comprar un botiquín de primeros auxilios prefabricado son estas: es más barato y tienes todos los elementos necesarios en un paquete reducido y práctico. No obstante, si construyes tu propio botiquín, el contenido se adaptará a la actividad que vayas a realizar y eliminarás los elementos que probablemente no vayas a emplear.
Las vendas tienen fecha de caducidad y han de ser sustituidas una vez alcanzada dicha fecha. Una vez que las vendas expiran, ya no se pueden fijar a la piel y, lo mismo sucede con el esparadrapo. Por otra parte, es posible que las vendas caducadas dejen de ser estériles.
Los tipos de botiquines varían según las necesidades de cada persona y puedes encontrarlos en material de diagnóstico. Por ejemplo, hay botiquines que van perfectamente destinados a los niños y preadolescentes. Asimismo, otro tipo de botiquín es el de uso para adultos mayores. Además del botiquín habitual, se pueden encontrar botiquines dirigidos a deportistas en caso de primeros auxilios.
En cuanto a los primeros auxilios, en ocasiones con el nombre de “ayuda de emergencia”, son la primera asistencia cualificada prestada a una víctima, enferma o lesionada. En el momento de producirse un accidente, emplear este tipo de botiquín puede preservar la vida, impedir que se produzcan más lesiones y aliviar el sufrimiento mientras no haya atención médica cualificada.